MAURO COLAGRECO

EN LA DIVERSIDAD DE LA ALTA COCINA ARGENTINA DESTACAN GRANDES REFERENTES. DISEMINADOS POR EL MUNDO O INSTALADOS EN LA TIERRA MADRE, MEDIÁTICOS, PREOCUPADOS POR LA SOSTENIBILIDAD O ABOCADOS HACIA LAS TRADICIONES, CADA UNO CON TOQUES DISTINTIVOS Y FILOSOFÍAS CULINARIAS DE EXQUISITEZ. ACÁ LES PRESENTAMOS CUATRO DIGNOS DE SEÑALAR, TAMBIÉN, POR LAS ACTITUDES ESPECIALES QUE LOS ACOMPAÑAN.

Dueño de Mirazur, mejor restaurante del mundo según el ranking The World´s 50 Best Restaurants 2019 y ganador de tres estrellas Michelin, Mauro Colagreco no solo ha apostado por la cocina agroecológica, ha ido a un nivel superior.

Atento a las fases de la Luna y la influencia que ejercen no solo en las mareas sino en los cultivos y su crecimiento, este chef que ha sido nombrado como uno de los mejores argentinos entre los 100 mejores del mundo por The Best Chef Award 2020, no pierde de vista que según la fase de la Luna, ciertos días la energía de los platos se va a concentrar más en la raíz, otros en las hojas o en las frutas, y en función de esto propone un menú.

Con este fuerte compromiso agroecológico y esta evidente consciencia ambiental, Mauro Colagreco ha impuesto un estilo propio en la interpretación del producto y constituye un ejemplo de avanzada en esa vuelta a conectar con la naturaleza que no solo empieza a convertirse en tendencia sino que ha movido ciertos sectores de la gastronomía y el turismo gastronómico.

Nacido el 5 de octubre de 1976 en La Plata, Argentina, una vez calificado como chef llega a Francia y trabaja con Bernard Loiseau, Alain Passard y Alain Ducasse, grandes maestros de la cocina francesa. En 2006, luego de pasar un año en el Le Grand Véfour establece su propio restaurante, el Mirazur, en Menton (en la Costa Azul), desde donde ha alcanzado sus premios y sus estrellas. Uno de ellos, uno de los grandes hitos de su carrera, el ser nombrado Caballero de las Artes de París, y haber sido elegido, siendo argentino, como el mejor cocinero en un lugar como Francia, icónico por su gastronomía.

Al ser consciente de que el ritmo acelerado en el que vive la sociedad ha provocado una fuerte desconexión con la naturaleza, sabe que la gastronomía debe volver a ser una cocina que alimente y haga bien. Estos tiempos de epidemia resultan un buen momento para generar cambios, y Mauro Colagreco ya va generando algunos.