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Panamá mira hacia 2025

TEXTO: CARLOS SALAZAR FOTOS: AUTORI DAD DE TURISMO DE PANAMÁ

Queremos mostrar que Panamá es un pequeño país, que cuando emergió fue capaz de cambiar el planeta», dijo en la entrevista concedida a la revista Excelencias Turísticas del

Caribe y las Américas, Iván Eskildsen, quien en la actualidad conduce los pasos de la Autoridad de Turismo de Panamá (ATP), tomando en consideración lo mucho que el país puede mostrarle al mundo, que quedará admirado con los resultados del Plan Maestro de Turismo Sostenible que han puesto en marcha para un período de tiempo de cinco años (2020-2025).

El plan quinquenal esboza la estrategia de la ATP para el relanzamiento del país como destino turístico, tras su reapertura post-pandémica. Este proyecto reactiva la estrategia de Turismo, Conservación e Investigación (TCR) aplicada en Panamá hace más de 20 años por la prestigiosa ecologista Dra. Hana Ayala. La estrategia TCR coloca a la vanguardia los esfuerzos de conservación y sostenibilidad del país, junto con su naturaleza única, su cultura y sus ofertas históricas, capitalizando la seguridad general que ofrece Panamá.

La estrategia actualizada de las Rutas Patrimoniales de la TCR incluye ahora tres áreas de enfoque: Patrimonio Cultural, Patrimonio Verde y Patrimonio Azul. Compuesto por 19 circuitos que cuentan las historias de Panamá, el plan fue desarrollado a través de un análisis e investigación minuciosos realizados en múltiples talleres con la ayuda de consultores locales e internacionales, el Instituto Smithsonian de Investigaciones Tropicales (STRI), el equipo académico del Biomuseo (Museo de la Biodiversidad), el Ministerio de Ambiente y el Ministerio de Cultura, la industria turística panameña y otras organizaciones clave.

Para un experto como Augusto Huéscar, consultor de la Organización Mundial del Turismo (OMT), Panamá, con respectoa otras naciones, «posee seis diferenciadores a su favor: el Canal, su ciudad moderna, su privilegiada conectividad, biodiversidad única, tamaño y accesibilidad, patrimonio histórico y cultural, y el hecho de ser un destino seguro, con economía estable y dolarizada».

CON SU PLAN MAESTRO DE TURISMO SOSTENIBLE YA APROBADO, PUESTO EN MARCHA Y RECONOCIDO CON EL PREMIO EXCELENCIAS, EL PAÍS CENTROAMERICANO PRETENDE MOSTRAR FACETAS QUE EL MUNDO NO HA VISTO Y QUE FASCINARÁN AL VISITANTE DEL SIGLO XXI

El plan actualizado, explicó Huéscar, tiene diversos objetivos, que van desde la búsqueda de una mayor riqueza económica y social por medio del desarrollo de un turismo nacional e internacional en base a la sostenibilidad, el fortalecimiento de las instituciones nacionales, regionales y locales, el aumento de las inversiones nacionales y extranjeras, y la puesta en valor de la diversidad de recursos (naturales y culturales), entre otros.

Por tanto, en el istmo se apuesta por la innovación, así como por la creación de productos turísticos con gran poder de diferenciación y que apelen al tipo de experiencias auténticas que buscan cada vez más los turistas, significa Eskildsen. «Queremos ser un destino turístico sostenible de clase mundial, gracias a la extraordinaria riqueza y diversidad de nuestro patrimonio natural y cultural, así como la calidad de nuestros servicios», insiste el Ministro de Turismo.

ORGULLOS PANAMEÑOS

Uno de los principales orgullos de Panamá es el Biomuseo, diseñado por el canadiense Frank Gehry, creador del Guggenheim de Bilbao, el Experience Music Project y el Disney Concert Hall; una institución que nos explica cómo este fue el último trozo de tierra que emergió para conectar los continentes tras lo cual se crearon dos océanos (antes era uno solo), se cambiaron las corrientes y el clima del planeta. En ese momento surgió un puente terrestre, un puente biológico que conectó la biodiversidad de Sudamérica y de Norteamérica, concentrando esa riquísima biodiversidad en Panamá que ahora puede apreciar el visitante.

Inaugurado en 2014 el Museo de la Biodiversidad o Biomuseo de Panamá resulta una construcción moderna y colorida que contrasta con el resto del mobiliario urbano. Cuenta con galerías de exhibición permanentes, sectores para muestras temporales, una tienda, un café y un parque para realizar caminatas.

Es lógico que en un país con tanta biodiversidad, exista un museo dedicado a las maravillas naturales que se encuentran aquí. El Biomuseo de 4000 m2, lleva a los visitantes en un viaje en el tiempo, a través de 72 esculturas de las especies que se intercambiaron entre América del Norte y del Sur; audiovisuales que muestran los diferentes ecosistemas; acuarios que examinan cómo el Pacífico y el Caribe cambiaron cuando fueron separados... Se añade un bioparque al aire libre el cual sirve como una extensión viva de la institución, donde encontraremos plantas endémicas.

Panamá es el vigésimo octavo país en el mundo con mayor diversidad biológica. Se estima que le da cabida al 4,9% de la que existe en el mundo entero, pues constituye el hogar de aproximadamente el 3,4% de las especies de anfibios del planeta, el 2,3% de sus reptiles, el 9% de las aves conocidas, y el 4.8% de los mamíferos. Solo en esta tierra se ha identificado un total de 220 especies de peces de agua dulce y 1 157 de peces marinos.Tam

Panamá se considera un hub natural,

no solo por el aeropuerto y el Canal, sino además porque antes existieron el Camino de Cruces y el Camino Real, en la época Colonial

bién se encuentra entre las primeras en términos de plantas con flores. Las endémicas ascienden a 1 300, de las cuales 1 176 son plantas, 49 anfibios, 33 reptiles, ocho aves, 16 mamíferos y 64 peces de agua dulce.

«En efecto, contaremos la historia de Panamá como el país que cambió el planeta, pero también como el país de tránsito, como un hub natural, no solo por el aeropuerto y el Canal, sino además porque antes existieron el Camino de Cruces y el Camino Real, en la época Colonial. Por aquí pasó el 60% del oro que venía de Sudamérica para España...», ha dicho Iván Eskildsen explicando los propósitos del Plan Maestro de Turismo Sostenible.

«También podemos referirnos a la inmensa riqueza cultural que nos caracteriza con siete pueblos indígenas vivos, tremendamente auténticos, con sus tradiciones ancestrales, su universo fascinante, lo cual se complementa con esa biodiversidad impresionante que ha hecho que el Instituto Smithsonian de Investigaciones Tropicales permanezca presente en Panamá desde hace más de cien años.

«Sobresale, además, una ciudad vibrante, la capital de los rascacielos en Latinoamérica, una ciudad moderna insertada en una selva neotropical. Resulta muy exótico estar en un hotel muy cómodo viviendo la experiencia del casco antiguo, Patrimonio de la Humanidad, con todas sus cultura e historia, y que en 20, 30 min puedas penetrar en medio de la selva, tener la oportunidad del avistamiento de aves, de admirar la torre de 32 m de altura del Panama Rainforest Discovery Center, en contacto con esa naturaleza que consideramos será lo que buscarán los visitantes pos COVID, y todo ello en un entorno seguro, con las facilidades que brinda una economía dolarizada, de modo que considero que la nuestra es una propuesta interesante.

«Estamos seguros de que los viajeros volverán a tomar sus maletas, empezando por los más jóvenes que, como millennials, son quienes más se pueden interesar por este tipo de experiencias auténticas, por las culturas autóctonas, por esta biodiversidad hermosa que complementamos con un Canal navegable, uno de los más importantes del mundo, considerada la mayor obra de ingeniería del siglo XXI...».

OTRAS MARAVILLAS

Panamá ha sido designada por la UNESCO como Ciudad Creativa en gastronomía, lo cual reconoce que existe un gran potencial. Dicha multiculturalidad se refleja en la gastronomía, aquí se puede comer maravillosamente bien no solo en Ciudad de Panamá, sino en esos polos del país con poseen rasgos de identidad muy definidos , explica Eskildsen.

«Existe otro elemento muy relacionado y es el café: Panamá cuenta con el café más caro del mundo (se ha llegado a pagar hasta 10 000 dólares por un kilo): el Geisha que no solo crece en nuestra tierra, pero que aquí lo hace con unas características que no se dan en otros países. Por tal razón, los compradores están dispuestos pagar esos precios por este grano que se cultiva en las faldas del volcán Barú. Es el suelo volcánico el que lo diferencia. Estamos hablando, además, del punto más alto del país. Recorriendo un sendero se puede alcanzar su cima y divisar desde allí ambos océanos cuando el cielo no está nublado. Son las maravillas que engrandecen a mi Panamá querido».

Sumario

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2021-05-10T07:00:00.0000000Z

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