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Los sabores de la mitad del mundo

ECUADOR HA APOSTADO CON FUERZA POR LA GASTRONOMÍA EN LOS ÚLTIMOS TIEMPOS, NO SOLO POR SER UN COMPONENTE ESENCIAL DE SU IDENTIDAD, SINO TAMBIÉN POR SU VALIOSO APORTE A LA INDUSTRIA TURÍSTICA

TEXTO: JORGE MÉNDEZ RODRÍGUEZ-ARENCIBIA, PRESIDENTE EJECUTIVO DE LA CÁTEDRA CUBANA DE GASTRONOMÍA Y TURISMO

Las influencias de los incas, los españoles y las naciones vecinas han dado lugar a un atractivo sincretismo alimentario en Ecuador, país que en los últimos tiempos ha apostado con fuerza por su gastronomía, no solo por lo que representa en la preservación de su identidad, sino también por todas las potencialidades que encierra para la consolidación de su industria de la hospitalidad.

En años recientes, la capital fue testigo de la apertura de la Academia de Gastronomía de Ecuador (AGE) ante el Ministerio de Turismo: una carta más de presentación de esta mágica tierra Encebollado ante el mundo y una oportunidad para divulgar, desarrollar y modernizar la cocina antropológica ecuatoriana.

La diversa geografía de este país suramericano, determinada por cuatro regiones naturales como la costa, la sierra, oriente y Galápagos, y la variedad de climas que caracterizan a cada una, ofrecen un significativo abanico de géneros comestibles tanto en la flora como en la fauna, una variopinta fuente de materias primas que, sumada a la comunión interétnica de los habitantes originarios de la región con grupos foráneos, han dado como resultado un sincretismo alimentario muy definido y propio.

Así, la comida típica ecuatoriana deviene una aventura gastronómica, digna de investigar, sistematizar, difundir y, sobre todo, experimentar.

En esta amalgama de sabores y tradiciones en el beber y el comer destacan tanto elaboraciones autóctonas como otras consideradas símbolo de la gastronomía iberoamericana. De las primeras imposible dejar de mencionar el encebollado: un caldo de pescado –por lo general, albacora o atún– típico de la costa ecuatoriana al que se añade yuca, cebolla, tomate fresco, ají y otras especies; o la fanesca, tradicional sopa de pescado seco la cual contiene doce tipos de granos tiernos que representan a los apóstoles católicos y las

La diversa geografía de Ecuador, determinada por cuatro regiones como la costa, la sierra, oriente y Galápagos, y la variedad de climas que caracterizan a cada una, ofrecen un significativo abanico de géneros comestibles

tribus de Israel (el bacalao a Jesucristo), y que suele elaborarse durante la Cuaresma.

También de la costa es la tonga manabita, un plato que lleva la esencia del pueblo de Manabí, confeccionado a base de arroz, salsa de maní, seco de gallina criolla o pollo (o cualquier otro tipo de carne), y es envuelto con varias capas de hojas de plátano. Se le conoce también como pandao o almuerzo campesino, pues era lo que estos llevaban consigo cuando salían a realizar sus faenas.

La gastronomía amazónica nos ofrece, por su parte, deliciosos platillos preparados con productos y prácticas ancestrales. Uno de ellos es el Uchumanka: una sopa picante que lleva productos como palmito, ajíes, patas muyo, kallamba (hongos silvestres), pitun y se complementa con pescado o gallina ahumada. Se acompaña con yuca, plátano o papa nativa cocinada. Proviene de la provincia de Orellana donde se servía en fiestas y ocasiones especiales.

Entre los postres más significativos figura el buñuelo ecuatoriano con miel, las espumillas, también conocidas en diferentes regiones como suspiros (unas pequeñas nubes de azúcar con un fresco sabor a limón y canela), así como el come y bebe, muy similar a una ensalada de frutas frescas que tiene plátanos, papaya, piña, mango... y se acompaña con zumo de naranjas, al cual se le puede añadir azúcar o miel, ron, cachaça o aguardiente, convirtiéndolo en un cóctel y razón por la que recibe su curioso nombre.

En el caso de las bebidas destaca la refrescante chicha o el canelazo; también la llamada puntas, muy popular en la sierra, con un contenido alcohólico de 30% a 60%, obtenido de la destilación del jugo de la caña de azúcar.

Mientras, las huellas iberoamericanas las encontramos en las variadas composiciones a base de plátanos, hervidos o fritos; las empanadillas (suerte de bandera de la cocina venida de España), presente en la casi totalidad del Nuevo Mundo.

Además de carta de presentación ante el mundo, la apertura de la Academia de Gastronomía de Ecuador (AGE) significa una oportunidad para divulgar, desarrollar y modernizar la cocina antropológica ecuatoriana

La comida típica ecuatoriana deviene una aventura gastronómica, digna de investigar, sistematizar, difundir y, sobre todo, experimentar

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2021-05-10T07:00:00.0000000Z

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