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Para sol y playa viaje a Cuba

A LO LARGO DE LA HISTORIA, DOS DESTINOS HAN SIDO PUNTALES EN EL DESARROLLO DE LA INDUSTRIA DEL OCIO EN EL PAÍS CARIBEÑO. EL PRIMERO DE ELLOS, VARADERO, Y A 292 KM DEL AFAMADO BALNEARIO, LOS CAYOS DE JARDINES DEL REY NOS REVELAN ENIGMÁTICOS PARAJES EN CAD

Para sol y playa, venga a Cuba, y decídase a explorar las maravillas de un trayecto que nos da acceso a numerosos cayos e islotes del archipiélago Sabana-Camagüey: el afamado destino turístico conocido como Jardines del Rey. De oeste a este, el conjunto va desde Punta de Hicacos hasta Nuevitas, en Camagüey, y queremos proponerle una travesía, desde el balneario de Varadero hasta la cayería norte de la provincia de Villa Clara.

Con más de medio centenar de hoteles y casi 30 km de playa, Varadero es la primera plaza turística de sol y playa del país y merece que le dediquemos tres jornadas como mínimo.

Es la segunda mejor playa del mundo. Y no lo dice Cuba, sino miles de viajeros que la escogieron en los premios Traveller´s Choice 2019, organizados por TripAdvisor, la web de viajes y turismo de mayor relevancia a nivel internacional. En el ranking compuesto por las mejores 25 playas del orbe, la cubana se posicionó detrás de Baia Do Sancho, en Brasil, y quedó secundada por Eagle Beach, en la isla caribeña de Aruba.

Aguas cristalinas y cálidas incluso en invierno, seguridad y limpieza a lo largo de sus más de 20 km de arena suave, paseos a bordo de catamaranes, pesca deportiva, buceo y excursiones, son algunos de los privilegios que puede disfrutar quien decida visitar Varadero, ubicado a 120 km al este de La Habana.

Este hermoso paraje, donde las aguas deslumbran por sus tonos turquesa, fue fundado oficialmente el 5 de diciembre de 1887, aunque las primeras noticias de vacacionistas en la zona se remontan a la década de 1840. Hoy su infraestructura posee más de 50 complejos hoteleros que reciben más de 1,7 millones de turistas extranjeros al año.

Varadero sueña con convertirse en Playa Ecológica. El reto es una apuesta bastante arriesgada, pues son muchos los balnearios a nivel mundial en la pugna por este reconocimiento, que implica contar con aguas límpidas, arena blanca, fina, donde se advierta la preservación y protección del entorno.

Sin embargo, Varadero tiene un buen trecho recorrido, pues numerosas instalaciones allí enclavadas son operadas por importantes empresas hoteleras de renombre, que mucho han contribuido al cuidado del medio natural, de hecho, cinco de estos hoteles han alcanzado la certificación de Playa Ambiental; voluntad que se complementa con acciones promovidas por los ministerios de Turismo y de Ciencia, Tecnología y Medio Ambiente de Cuba, encaminadas a recuperar intervalos de costa, resguardar las necesarias dunas y evitar la pérdida de arena.

Si antes Varadero era visita obligada para quienes llegaban a Cuba, ahora que se prepara para brindar un entorno mucho más natural, protegido y encantador, será un destino indispensable para cualquier viajero que se precie de conocer los mejores parajes del Caribe insular.

DIVERSIFICACIÓN Y DESARROLLO

Varadero cautiva con la combinación de atractivos de naturaleza y el confort de la vida moderna. En esta franja se desarrollan inversiones capitales para mejorar y complacer las más selectas exigencias de los mercados emisores.

La península de Hicacos, que en pasados siglos fue utilizada como varadero y salina, tuvo sus inicios como destino turístico cuando habitantes de la cercana ciudad de Cárdenas comenzaron a construir en esta zona sus casas de veraneo. Esta tendencia continuó durante las primeras décadas del XX hasta alcanzar un

boom en los 50.

El mismísimo Al Capone y el millonario norteamericano Irenee DuPont se hicieron construir sendas residencias que aún se conservan. A Dupont se debe, además de la

famosa Mansión Xanadú, la construcción en 1931 de un campo de golf, primero en Cuba, que después de varias reconstrucciones es el actual Club de Golf de Varadero.

Otro de sus atractivos es el Parque Josone (nombre formado con las sílabas iniciales de José y Onelia), cuya historia se remonta a la década del 30, cuando el entonces director de la fábrica de ron Arechavala, el empresario vasco José Fermín Iturrioz Michelena, compró la primera parcela alrededor de una laguna que había en el lugar. Hoy es el mayor espacio verde de esta localidad, y cuenta con sombreados jardines. Allí coexisten valores naturales, históricos, arquitectónicos, culturales, florísticos y ornitológicos.

En la región los visitantes pueden disfrutar del buceo en la segunda barrera coralina más grande del mundo, o explorar algunas de las cuevas del lugar y bañarse en la Playa Ecológica, que ha sido rescatada para apreciar el Patriarca, un cactus de 600 años endémico de Cuba.

La Reserva Ecológica Varahicacos, la Marina Chapelín, el Delfinario, el Centro Artesanal, el Centro Comercial Plaza América..., también se encuentran en Varadero donde se ofrece una oferta de calidad que encuentra su complemento en opciones culturales y gastronómicas, y en el contacto con el singular modo de vida de su gente.

DESPERTANDO LOS SUEÑOS

A 292 km de Varadero y 386 de La Habana, los cayos de Jardines del Rey nos revelan enigmáticos parajes en cada visita. Reconocidos entre los sitios más atractivos del Caribe, ahora son recreados con una moderna infraestructura hotelera. Con ese nombre, el Adelantado don Diego Velázquez bautizó en 1514 a este exuberante archipiélago de 465 km de largo,

Varadero fue fundado oficialmente el 5 de diciembre de 1887, aunque las primeras noticias de vacacionistas en la zona se remontan

a la década de 1840

que se extiende desde el norte de Caibarién, en la central provincia cubana de Villa Clara, hacia el este, con el otro extremo en las costas de Camagüey.

Sitio de leyendas, refugio de una singular biodiversidad, se comenta que fue además escenario de ataques de corsarios y piratas. Sus joyas más preciadas son Las Brujas, Ensenachos y Santa María. Este último es la imagen de una belleza exótica que se expresa en las múltiples tonalidades de azul de sus playas protegidas por la barrera coralina, así como en la vegetación marina dominada por mangles y uvas caletas, que es el hábitat de gaviotas, flamencos rosados, lagartos, iguanas y cangrejos.

Un camino de 48 km sobre las aguas, conocido como pedraplén, conecta a Caibarién con Santa María. Esta «autovía», que cuenta con 46 puentes diseñados para mantener el flujo de las aguas y asegurar la biodiversidad, constituye una de las maravillas de la ingeniería moderna cubana.

La región se encuentra en constante crecimiento, gracias en gran medida al desarrollo hotelero de máxima categoría. En su diseño y construcción ocupan un lugar importante los criterios de sostenibilidad ambiental. Además, la oferta de alojamiento se complementa con nuevas inversiones en los servicios extrahoteleros. La construcción de un acuario-delfinario, un complejo con punto náutico, la ampliación de la marina de Cayo Las Brujas y el desarrollo de un campo de golf en la cercanía de Caibarién, se suman a las opciones que encontrará el viajero.

Se dice que Las Brujas debe su nombre a una historia popular acerca de los amores de una joven pareja frustrados por un celoso tío, quien también inspiró la denominación de un islote vecino: Cayo Borracho.

A una milla de distancia está varado el barco San Pascual, botado al mar en 1919 en los astilleros de San Francisco, California. Guarda recuerdos de la presencia del escritor Ernest Hemingway en la zona. En su cubierta, el pintor cubano Leopoldo Romañach encontró la inspiración para algunos de sus paisajes marineros.

Con forma de herradura, Ensenachos es el más pequeño de los tres cayos y el refugio de 22 especies endémicas de flora y 39 de fauna. Cuentan que antiguamente fue un asentamiento aborigen. Sus playas siempre están en calma gracias a la posición que ocupa, al amparo de grandes olas.

De Santa María, conocido como la Rosa Blanca de Jardines del Rey, cuentan que está poseído por el espíritu de Rosa María Coraje, quien llegó a la zona oculta en la bodega de una nave, buscando el paraíso y a su amado. Consiguió desembarcar y sobrevivir escondida entre los mangles, viviendo de la pesca, hasta que halló a su hombre en un islote.

La construcción de pueblos que recrean los que se encuentran en el interior del país son algunas de las estrategias impulsadas en los cayos del norte de Cuba. La Estrella es un ejemplo. En este paraje se ofrecen los servicios de varios restaurantes especializados, bares, boleras, discoteca, ferias de artesanías, correo, banco, parque infantil, spa, gimnasio, centro de negocios y renta de autos.

Con 370 km² de superficie, Cayo Coco es la cuarta isla más grande de Cuba, reconocida por sus lujosas estaciones turísticas con todo incluido

Sumario

es-es

2021-05-10T07:00:00.0000000Z

2021-05-10T07:00:00.0000000Z

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