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Interoseánica Sur: una travesía por el pulmón del planeta

UNIR BRASIL CON PERÚ A TRAVÉS DE CARRETERAS ES UN ANHELO ANTIGUO DE LAS DOS NACIONES, EN ESPECIAL DE SUS POBLACIONES AMAZÓNICAS. LOS BENEFICIOS QUE GENERARÍA, JUSTIFICADOS O NO, SERÍAN ESENCIALES PARA EL DESARROLLO

Por Loriet Gómez Mejias

Tradicionalmente fueron los ríos los que comunicaron y enlazaron Brasil con Perú. Sin embargo, nunca ha sido una solución que satisfaga ni resulte totalmente suficiente: con excepción del río Amazonas, en la mayoría de los casos sus cursos son paralelos a la frontera entre los dos países.

La Interoceánica, que une los puertos de Marcona (Ica), Matarani (Arequipa) e Ilo (Moquegua) con el municipio del Asís, en el Estado de Acre, a través del Puente Internacional a partir de la construcción, rehabilitación y mejoramiento de los tramos que conforman la vía que va desde Iñapari en Madre de Dios y cruza la Macro Región Sur para llegar a tres puertos marítimos del sur del Perú, representa el hito más importante en la historia de los vínculos diplomáticos con Brasil. Inaugurado el año 2011, este eje vial, que recorre más de 2600 km e incluye 22 puentes, permite ir por tierra desde el Pacífico peruano, cruzando por la Amazonía boliviana, hasta el Atlántico brasileño.

La Interoceánica atraviesa ocho diferentes zonas biodiversas desde los Andes hasta la frontera con Brasil y Bolivia, por lo que uno de los principales retos del proyecto fue ejecutarlo sin alterar las diversas áreas protegidas que se encontraban alrededor. El recorrido influye sobre áreas del Sistema Nacional de áreas Naturales Protegidas por el Estado (SINANPE): los Parques Nacionales Alto Purús, Manu y Bahuaja-Sonene, las Reservas Nacionales Salinas y Aguada Blanca, Tambopata y Titicaca, y la Reserva Comunal Amarakaeri. Los hábitats naturales a lo largo de esta ruta se encuentran asentadas por comunidades nativas pertenecientes a diferentes grupos étnicos (Amarakaeri, Ese´eja, Shipibo-conibo, Amahuaca). Asimismo, existen aproximadamente 1000 especies de aves; 200 de mamíferos; 250 de peces; y un alto número de reptiles, anfibios y plantas. Naturalmente, esta área que corresponde a la Región de Madre de Dios y parte de las regiones de Cusco y Puno constituye uno de los escenarios mejor conservados de la amazonía peruana.

Al atravesar las regiones naturales de Sierra, ceja de Selva y Selva, recorre altitudes que van desde los 3100 hasta los 4800 msnm en la Sierra, para luego bajar a los 370 msnm en la selva alta. El relieve es montañoso y atravesado por una red de quebradas, lo cual forma una serie de valles en los niveles inferiores. Los tipos de suelos comprenden desde superficiales hasta rocosos, y predominan los bosques de neblina en la cima de las montañas.

Pero como si el atractivo natural fuera poco, en determinados tramos encontramos diversos sitios arqueológicos, como el Santuario del Lagarto, ubicado en el km 292 de la carretera, perteneciente al pueblo de San Gabán, con una importante muestra de arte rupestre. Asimismo, el río Chaquimayo forma a la salida de un angosto cañón un estanque de aguas cristalinas, atractivo lugar para actividades de descanso.

En Ollachea, un distrito de la provincia de Carabaya, ubicado en el km 233 y a 2700 msnm, se encuentra el Complejo Arqueológico Chichacori, un centro urbano del periodo inca donde se disponen estructuras funerarias chullpas, de forma cuadrangular; las Aguas Termales Ollachea y la Ciudad Perdida Ilingaya. Y al llegar a San Antón, un distrito de la provincia de Azángaro, ubicado en el km 101 de la Interoceánica Sur a 3971 msnm, actualmente un pueblo netamente comercial, accedemos al templo del viejo San Antón, que constituye la expresión popular más tardía del denominado «barroco mestizo». A tres horas de caminata, desde la Carretera Interoceánica a la altura de la localidad de Quilca Viluyo, se ubica el Complejo Arqueológico de Inampo.

Finalmente, Asillo, a 23 km de Azángaro, sobre una altitud de 3820 msnm. Tiene como su principal atractivo turístico el templo de San Jerónimo de Asillo. Y Azángaro, ubicada en el km 51, posee un valioso patrimonio cultural y natural. Entre sus principales atractivos, cercanos a la ciudad, destaca el Templo de Oro y la iglesia de Tintiri.

La construcción de esta carretera significa la primera obra vial de Sudamérica y la primera obra entre miembros de la Unión Sudamericana de Naciones. Tomó 30 años y costó una fortuna, pero constituye una audaz apuesta al desarrollo económico suramericano. La Amazonía deja de ser una región marginada y la Interoceánica se convierte en la única vía que atraviesa el pulmón del planeta.

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2022-07-22T07:00:00.0000000Z

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