FORD MUSTANG 1979. La tercera generación

HACE 45 AÑOS FORD PRESENTÓ EL FORD MUSTANG III, DESTINADO A SER EL DE MAYOR PERMANENCIA EN PRODUCCIÓN DESDE LA APARICIÓN DEL MODELO

El Mustang primero inventó el termino Pony Car y luego instauró el concepto de auto personal subcompacto, tras el cual encaminaron sus pasos no pocos competidores. Así, llegó el momento de saltar a la tercera generación con la incertidumbre de mantener la frescura y uno de los éxitos más sonados de la industria.

En 1978, Ford Motor Company cumplía 75 años y lo celebraba con la filosofía de su plataforma Fox, estrenada en los Fairmont y Zephyr. El Mustang III saldría en 1979 enrolado a esa plataforma y sin esperar al mes de abril, cuando sería el 15 aniversario del emblemático modelo. Mas no por ello Ford se tomó a la ligera la presentación del Mustang III. La clave para la nueva aventura Mustang sería la plataforma Fox, que preservaba el esquema tractivo trasero y fue resultado de un largo desarrollo, gracias al cual se mantuvieron los costos tan contenidos que el nuevo Mustang III pudo mantener los precios de la generación anterior, aun creciendo en tamaño y ofreciendo más espacio interior.

Ford complementó todo con una estrategia de mercadeo que incluyó el calificativo «New Breed» (nueva especie), para enfatizar que era un producto distinto, de cualidad y calidad diferentes.

El Mustang III «New Breed» aplicó la «marca de la casa» y se desdobló en gran cantidad de versiones, con una notable variedad de accesorios opcionales, o grupos de equipamiento. Como respaldo a todo lo anterior, Ford hizo de esta generación la mejor en cuanto a criterio tecnológico: la equipó con una suspensión frontal McPherson y era capaz de asimilar llantas entre 13 y 16 in de ring. La versatilidad le permitía trenes de fuerza que variaban desde unos discretos 80 HP hasta unos importantes 250 HP, sin requerir mayores refuerzos estructurales. Avances tecnológicos en metalurgia permitieron otorgar a la plataforma rigidez estructural y aumentar el espacio interior, agrandar la superficie acristalada y reducir el tamaño de los postes del techo.

Los procesos fabriles mejoraron esos años y se ofrecieron avances en acabados antióxido, mejores aleaciones de zinc y aluminio, Zincrometal y similares, así como el tipo de soldaduras o tornillería empleados para armar la estructura y la carrocería. En mecánica, el Mustang III conservó casi intactas las opciones anteriores, desde por el motor de cuatro cilindros en línea con 2,3 L, hasta el V8 de 1963 y 5,0 L.

Sea por la novedad del estilo, por la variada oferta mecánica o de equipamiento, el Mustang III logró vender 386 000 unidades el primer año, convirtiéndolo en un producto muy rentable para Ford.

Durante su existencia recibió múltiples actualizaciones y aparecieron numerosas variantes, lo cual le permitió ventas en torno a 100 000 unidades anuales en el mercado norteamericano hasta 1992. Hoy, las sofisticadas versiones existentes se deben promocionar y vender a escala global para lograr una cota de venta de unos 80 000 Mustang.