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VESPA, la scooter italiana más famosa

Por Willy Hierro Allen

LAS VESPA LLENARON LAS CALLES DE ROMA CON SCOOTERES NACIONALES PARA SALVAR EL TRANSPORTE TRAS LA II GUERRA MUNDIAL. LLEGARON EN 1946 Y NO HAN DEJADO DE RODAR POR EL MUNDO, ACUMULANDO MÁS KILÓMETROS QUE LOS QUE CONSIGUIÓ ROMA EN LA ÉPOCA MÁS ESPLENDOROSA DE SU FABULOSO IMPERIO

Este mes de abril Vespa cumple 77 años y, por fortuna, se mantiene joven y vigorosa. Y es que ha venido evolucionado suficientemente para tener, o mejor mantener, su tradicional juventud. Tras la II Guerra Mundial (1939-1945) Italia quedó devastada y todo el transporte nacional se convirtió en un infierno, particularmente el local.

Para salir de tal averno, don Enrico Piaggio comenzó a «reinventar» cierto vehículo de dos ruedas, basado en las pequeñas motos construidas para los paracaidistas británicos durante el conflicto bélico. Sería un vehículo algo diferente… provisto de un pequeño motor de dos tiempos, menor de 100 cc. Lo llamarían scooter.

La scooter es completamente distinta a la motocicleta tradicional, aquella que nació al colocarle un motorcito a la ancestral bicicleta. La filosofía de don Enrico, que venía trabajando en ello desde 1943, era ofertar un nuevo producto, distinto, y de bajo costo, dirigido al mercado local, de la manera más amplia posible. Así fue que el primer prototipo construido se hizo en la factoría Piaggio de Pontedera, en Toscana, al centro-noroeste de Italia. Lo diseñó el ingeniero Renzo Spolti. Pero el resultado fue una mezcla de estilos tan extraña que lucía muy raro, al punto que lo apodaron «paperino», pues tenía cierto parecido al conocido Pato Donald de Hollywood.

Se propulsaba con un motor monocilíndrico de dos tiempos (98 cc) y para la transmisión, montaron un variador de velocidad continuo, con cadena o cardán secundario. La suspensión era por medio de dos soportes tubulares con muelles y los frenos de tambor, en ambas ruedas. Alcanzaba hasta 60 km/h como velocidad máxima.

Desdichadamente, el artilugio de Spolti, prototipo codificado en Piaggio como MP5 (Moto Piaggio 5), no gozó con el favor del público. Y fue así que volvió a intentarse en 1945, esta vez con el ingeniero Corradino D’Ascario. Corradino era ingeniero aeronáutico y su especialidad: la aviación bélica. Nada que ver

con el encargo y, además, a él ni siquiera le gustaban las motocicletas. Sin embargo, hizo su tarea y logró sorprender. Manejando nuevos avances tecnológicos, realizó un diseño mucho más vanguardista para la MP6, sumamente original.

Corradino creó un vehículo con chasis auto-portante y manillar de cambio de velocidades en el timón. Implantó modelos de diseño que aún nadie se atreve a cambiar: la rueda trasera, que se ocupa de la tracción

y se convierte en una sola pieza para hacer de motor impulsor, un invento novedoso y único en aquellos tiempos; o la suspensión al estilo de los trenes de aterrizaje de aviones, que facilita el rápido recambio de la llanta.

Montó el mismo motor de dos tiempos, de 98 cc, con cilindro de hierro y tapa de aleación, e igual velocidad máxima: 60 km/h. La llamaron Vespa (avispa, en italiano) y se presentó en abril de 1946 en el Club de Golf de la todavía ocupada Roma.

El acto contó con la presencia del general americano Stone, representante del Gobierno Militar Aliado, y resultó un total acontecimiento. La curiosidad y los deseos de probarla eran equivalentes al escepticismo de los motociclistas locales, pero esta scooter estaba hecha para quedarse y, además, para el uso de todos. El nuevo vehículo motorizado era «unisex», servía lo mismo a hombres que a mujeres, especialmente si eran jóvenes y fue un símbolo

de la reconstrucción post-bélica de Italia. En 1949 se le amplió la cilindrada del motor: de 98 a 125 cc, igualmente de dos tiempos. Ahora se podía correr con facilidad hasta 80 km/h (50 mi/h).

Su sensual diseño de formas curvilíneas con el gran escudo delantero y sus pequeñas llantas fue llevado al cine. En 1953, el director norteamericano William Wilder realizó el filme Roman Holliday, donde actores de fama como Audrey Hepburn y Gegory Pecck pasean por la Roma de mitad del siglo XX en una Vespa de color verde.

Luego ha salido tantas veces en el cine y la televisión que su imagen nos es familiar. La Vía Veneto, el Colioseo, el Vaticano, son símbolos de esa Roma (La Ciudad Eterna) y, dígame ¿acaso para los que aman viajar sobre las dos ruedas, la Vespa no es también emblema de Italia e indiscutible insignia de Roma?

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2023-04-14T07:00:00.0000000Z

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