Exclusivaslatinoamericanas

VINOS SUBMARINOS

TEMPERATURA CONSTANTE, PRESIÓN, SALINIDAD, EL MOVIMIENTO SUAVE DEL OLEAJE, Y LA AUSENCIA DE LUZ Y RUIDO, SON INGREDIENTES FUNDAMENTALES PARA ENVEJECER LOS VINOS BAJO EL AGUA. TRAS MESES O INCLUSO AÑOS, LAS BOTELLAS EMERGEN DE UNA FORMA DISTINTA…

POR: GUILLERMO CRUZ ALCUBIERRE, MEJOR SOMMELIER DE ESPAÑA EN 2014 FOTOS: ARCHIVO EXCELENCIAS

Si echamos la vista atrás, son muchas las canciones y poemas que se han escrito ensalzando el romanticismo que evoca el mar. Más allá de la belleza, se atisban sentimientos de soledad y melancolía; solo pensar en el penetrante frío del agua, nos lleva de forma instantánea al calor de una chimenea crepitante... Sin palabras, solo con miradas de complicidad.

Toda la diversidad, todo el encanto de la vida está hecho de luces y sombras. Lugares y parajes recónditos, donde la singularidad se muestra de una manera imponente y la belleza puede palparse en el paisaje, de la misma forma que lo que de ahí surge, puede ser inolvidable, irrepetible, inimitable.

El hecho de que solo el hombre pueda acercarse a las vides, en detrimento de las máquinas, obliga a un entendimiento entre el ser humano y la naturaleza. Y ese respeto para no supeditar el territorio a los caprichos del hombre es la garantía para las buenas botellas.

Detrás de esa conversación basada en el respeto se esconde un proceso incómodo, repleto de obstáculos y esfuerzos. A la fortaleza física de la vendimia le sigue el quehacer de mentes sensibles que saben interpretar el producto obtenido. Una de las ideas más ancestrales y emocionantes es la de la “crianza” del vino bajo el agua, elemento que cubre hasta el 70% de la superficie terrestre.

La extensión infinita del mar acoge un sinfín de criaturas y misterios por explorar y descubrir. Incluso, la inmensidad oceánica puede resguardar muy buenas bebidas. Los vinos submarinos surgen desde lo profundo para alegrar paladares como si de un tesoro se tratase.

Varios son los atractivos que tiene el mar para recurrir a él con el fin de “atesorar” el vino —término que se emplea en lugar de “crianza”, pues el envejecimiento no se realiza en tierra—. Entre los principales, destaca que ofrece condiciones constantes de temperatura, humedad y presión. Además, es un ambiente que se caracteriza por la ausencia de luz o ruido, ideal para un envejecimiento perfecto de algunos tipos de vinos. En palabras de expertos, ello genera un entorno idóneo para que la bebida se desarrolle. Sin embargo, las particularidades del contexto conllevan a que las propiedades organolépticas evolucionen de forma distinta que en situaciones normales.

Este método, según algunos historiadores, no es algo nuevo. Existen registros de viñedos antiguos o de productores que resguardaron sus vinos en ríos o a orillas del mar. Por otro lado, se han encontrado botellas en barcos hundidos, las cuales presentaban un excelente estado. Sin embargo, no ha sido sino hasta los últimos años cuando diversas casas vinícolas se han atrevido a desarrollar este procedimiento desde un enfoque más serio y comercial.

Hay muchas versiones sobre cómo surgió la idea de envejecer los vinos bajo el mar. Una de las hipótesis puede deberse a que en una expedición de los restos de un naufragio ocurrido en 1840 se hallaron botellas de vino en la bodega del barco. A pesar del tiempo transcurrido, sus propiedades estaban intactas; por lo que muchas bodegas pensaron en usar dicha práctica para envejecer sus vinos.

El procedimiento habitual suele ser fermentar en tierra firme, después pasar por madera o no, y acto seguido los vinos serán almacenados en jaulas que se anclarán al fondo del mar. Las jaulas permitirán el contacto del agua con la bebida y será el propio medio el que conserve las botellas. Debido a la ausencia

Los vinos submarinos surgen desde lo profundo para alegrar paladares como si de un tesoro se tratase.

de oxígeno, a una temperatura constante, a la falta de luz, ruido y al movimiento del mar, el envejecimiento es más consistente; algunas personas consideran que es un proceso más lento y otras, que es más rápido. Tras meses o incluso años bajo el mar, aquellas botellas que se sumergieron, emergen de una forma distinta, han cambiado.

Un ejemplo de bodega especializada en vinos submarinos es la Bodega Treasure, una de las pioneras en este tipo de “atesoramiento marino”.

En la Comunidad Valenciana, podemos encontrar Vina Maris, en Calpe, un proyecto que solo se dedica a la comercialización de vinos envejecidos bajo el mar. Normalmente, sus botellas se encuentran a unos 30 metros de profundidad, provenientes de uvas cultivadas en las tierras cercanas a las costas de Alicante.

Si echamos un vistazo fuera, encontramos grandes nombres, como Chateau Larrivet-Haut Brion, en Graves, Burdeos; la casa vinícola homónima empezó hace casi 10 años a aventurarse con los vinos submarinos. Todo comenzó con 56 litros de vino de Burdeos que se introdujeron en el mar Atlántico. Sus bebidas poseen una graduación alcohólica considerablemente baja, pero una complejidad estupenda.

Si subimos a la fría zona de Champagne, podemos encontrar a Veuve Cliquot; desde 2016, el gigante del champán cuenta con su propio Cellar in the sea. La iniciativa surgió como una vía para “comprender e innovar el proceso de envejecimiento en todos sus aspectos”. La empresa anunció que extraerán vinos de las profundidades de forma periódica para evaluar su evolución.

Otro proyecto singular se localiza en Estados Unidos. Es el caso de “Aquoir”, una bebida de Mira Winery, en Napa Valley, California. Inspirados en una antigua bebida encontrada en 1978, que dio inicio a una serie de investigaciones y experimentaciones en diferentes lugares, decidieron emprender su propio camino. En 2009 sumergieron ejemplares de cabernet sauvignon por tres meses, y hoy en día producen un chardonnay que ha contado con gran aceptación. “No hay duda de que el océano tiene un regalo potencial para el vino”, asegura Jim Dike Jr., presidente de la compañía.

El arte cuenta con muchas formas y matices; sin duda estas prácticas, tanto envejecer bajo el mar, como cultivar sobre suelos volcánicos, poseen un componente artístico precioso, lleno de vida y con vistas a un futuro más diverso. Solamente será necesaria la sensibilidad de las personas para acoger con felicidad aquellas pequeñas muestras de intención y creatividad, que se encierran en el interior de una botella.

Si echamos un vistazo fuera, encontramos grandes nombres, como Chateau Larrivet-Haut Brion, en Graves, Burdeos

SUMARIO

es-es

2023-06-01T07:00:00.0000000Z

2023-06-01T07:00:00.0000000Z

https://revistasexcelencias.pressreader.com/article/281633899622157

Exclusivas Latinoamericanas