Ron: antiguo en el tiempo, moderno en el gusto (Especial)

En 1950 el cónsul de la corona española ofreció una recompensa a quien creara un ron más delicado y suave, más propio del gusto de la corona. Fue Cuba quien consiguió este ron incomparable.

Los bebedores son muchos, desde un Francis Drake amante del primero, el rudo pirata que invadiera La Habana en el siglo XVI, hasta un Premio Nobel de Literatura como Ernest Hemingway, quien acuñó una forma muy particular de beber el segundo a partir del trago Daiquirí.

Así el ron cubano fue tomando linaje con el tiempo y continuó su curva de contradicciones, porque hoy lo consumen desde los pobres hasta los más ricos, por supuesto, con marcadas diferencias en sus calidades.