La hora de los pequeños negocios

DOS AÑOS TIENE YA LA APROBACIÓN EN CUBA DE LAS MICRO, PEQUEÑAS Y MEDIANAS EMPRESAS

Las micro, pequeñas y medianas empresas (mipymes) son importantes para la economía de cualquier país por motivos tan sencillos como lógicos como la generación de empleo, su contribución al crecimiento económico y la diversificación que generan en el escenario nacional.

Cuba no es la excepción de esta regla. Las mipymes son claves en el desarrollo económico del país y el Estado, consciente de esa realidad, toma medidas para promoverlas a partir de una apertura de la economía a la inversión extranjera y la simplificación de los trámites para la creación de empresas no estatales.

Sin embargo, según consta en una publicación del Banco Central de Cuba (BCC), en el año 1968 se eliminaron las pequeñas y medianas empresas privadas, y solo en la agricultura y un reducido número de transportistas continuaron ejerciendo el

trabajo privado. Así, para 1970 el Censo de Población y Viviendas reportaba que los trabajadores no estatales representaban 2% de la población ocupada.

No es hasta 1996 que se le considera como complemento de la actividad estatal en la prestación de bienes y servicios a la población, una vía para incrementar ingresos personales y remarca que es una fuente de empleo, indica el BCC.

Durante 2023, las mipymes privadas importaron bienes por 246 millones de dólares, con marcada tendencia a la importación de bienes finales para la venta, aspecto sobre el cual el ministro de Economía y Planificación de Cuba, Alejandro Gil Fernández, estima que hay un amplio debate, sobre todo por los altos precios que aplican y por la existencia de capacidades ociosas en las industrias estatales, que por déficit de materias primas e insumos producen menos para la población.

Durante la última sesión del Parlamento cubano, celebrada en julio, señaló que en este escenario claramente las políticas fiscal y tributaria deben incentivar la importación, por todas las formas de gestión, de materias primas e insumos para producir en el país, logrando así un mejor aprovechamiento de los recursos disponibles; reducción de los costos; mayor oferta, y precios más asequibles para la población.

En la actualidad el reconocimiento de los actores no estatales se ha ampliado a diversos ámbitos de la economía y muchos actores privados se han orientado a espacios que no son la producción de alimentos, que es una de las grandes prioridades del país. Aunque sí hay minindustrias encadenadas a otras entidades en función del sector agroalimentario.

Asimismo, hay otro grupo de mipymes que han importado materias primas alimentarias que se han podido utilizar en capacidades que estaban ociosas, como las destinadas a la producción de pan, mediante el encadenamiento entre el sector estatal y el no estatal, algo reconocido por su importancia hasta por el Presidente de la República, Miguel Díaz-Canel Bermúdez, quien ha validado el papel de estos nuevos actores económicos en asociación con las estrategias de desarrollo territorial.

Las políticas fiscal y tributaria deben incentivar la importación, por todas las formas de gestión, de materias primas e insumos para producir en el país

NUEVAS NORMAS EN EL HORIZONTE

Durante el pasado mes de octubre el primer ministro, Manuel Marrero Cruz, durante la clausura del III Simposio Nacional de Asesoramiento Jurídico y Derecho Empresarial, que durante tres días sesionó en La Habana, señaló que a dos años de la aprobación de las micro, pequeñas y medianas empresas (mipymes), Cuba trabaja en un proceso de revisión y actualización de las normas jurídicas que rigen su funcionamiento.

La medida es observada con expectativa por parte de los actores no estatales, quienes han reconfigurado todo el escenario económico cubano de los últimos dos años, marcados por una profunda escasez que ha llegado a alcanzar puntos críticos debido al desabastecimiento ocasionado en buena medida por la persecución financiera y las trabas ocasionadas a la Isla por el bloqueo económico, comercial y financiero de Estados Unidos.

A propósito del tema, el Jefe de Gobierno explicó que no se tratará de «un paso atrás» con esa decisión, pues hay consenso en avanzar a partir del incremento de los actores económicos en el país. No obstante, se precisa arreglar distorsiones. Mencionó entre los ejemplos de cuestiones que deben encaminarse mejor las relacionadas con el nivel de aprobación de las mipymes y los términos de tiempo en que se realiza.

La lista de las actividades prohibidas para todos los actores económicos es otro de los temas que será actualizado; en tanto también se estudia la creación de dos instituciones: una para atender los actores económicos no estatales y otra para la empresa estatal socialista.

El sistema empresarial estatal de Cuba sigue siendo la principal fuerza económica del país, aportando el 92% de las ventas netas, el 75% de las exportaciones y el 87% del PIB, según informó el viceprimer ministro y titular del Ministerio de Economía y Planificación (MEP), Alejandro Gil Fernández.

Las transformaciones fundamentales que requiere el sistema empresarial están relacionadas con los mecanismos de acceso a los recursos, la gestión de la fuerza de trabajo, la determinación de los salarios, la formación de precios y las relaciones financieras con el Estado, agregó.

En la actualidad el Gobierno cubano trabaja en la elaboración de una propuesta de Ley de Empresas, prevista para presentarse este mismo año. También se llevan a cabo acciones para controlar la inflación, como el desarrollo de la producción nacional, el fortalecimiento de la moneda nacional y la regulación de los precios de los bienes y servicios.

La dolarización de la economía cubana es otro tema de preocupación entre actores económicos estatales y privados, aunque para el ministro se trata de una tendencia «artificial», ya que se debe a la escasez de moneda nacional y a la especulación, todo en lo cual se trabaja garantizando el acceso a la moneda nacional y regulando el mercado cambiario.