HABANOS y HABANA más que un nombre

Entre La Habana, Ciudad Maravilla, y Habanos no podía existir solo una relación nominal. De ninguna manera podría ser solo un nombre lo que les uniera. Habanos, S.A. y la capital de Cuba comparten historia, trabajo y magia en cada recodo donde el tabaco Premium se alza por su singularidad y ella le abre espacios para nacer, crecer y brillar.

Esa especial conexión gana relevancia en el centro histórico de la urbe, donde dos instalaciones rinden honores y colaboran con el fortalecimiento del arraigo cultural de Habanos en el país y fuera de sus fronteras. Uno, el Museo del Tabaco; otro, el hotel Conde de Villanueva y como eslabón fundamental de esa labor conjunta: Eusebio Leal Spengler, el eterno Historiador de la Ciudad.

El Museo del Tabaco de La Habana abrió sus puertas en la calle Mercaderes el 26 de febrero de 1993; desde ese momento es la única institución en Cuba dedicada a la conservación y exhibición de colecciones relacionadas a la cultura de los Habanos.

Accesorios como pipas o encendedores, instrumentos para procesar las hojas de tabaco, piedras litográficas y marquillas de famosas marcas componen sus fondos. Además, cuenta con La Casa del Habano, inaugurada en mayo de 1994.

En esa sala especial se ofrece al visitante información sobre las Casas del Habano en el mundo, las empresas distribuidoras

de Habanos, fotos de las personalidades merecedoras de los Premios Habanos y celebridades que gustan de fumar este apreciado producto, posible de adquirir en la misma sala.

Pero no ha sido una labor pasiva la de este museo, sino más bien volcada hacia el quehacer sociocultural. Con sala de lectura y de exposiciones, ha devenido espacio para la divulgación de la cultura del Habano, tan estrechamente ligada a la historia nacional, con exhibiciones de artistas nacionales e internacionales, cuya obra está vinculada a la temática del tabaco y también es sede de conferencias y eventos especializados patrocinados por el museo.

En tanto, el Hotel Conde de Villanueva constituye un verdadero refugio para el fumador. Lo distinguen llevar el título nobiliario del primer cubano que comercializó tabaco de la isla a escala internacional, Claudio Martínez de Pinillo, así como su cálido y acogedor ambiente, ideal para disfrutar de un buen Habano, características que le han hecho ganarse el calificativo de Hostal del Habano.

Todo en este hermoso inmueble remite al placer que otorgan los Habanos en esta tierra y su personal especializado se encarga de asegurar una experiencia única en cada uno de sus espacios, sobre todo en su Casa del Habano, calificada como una de las mejores de la ciudad y que cada día recibe a turistas de todo el mundo en busca de los sabores y fragancias de distintivas marcas.

La intencionalidad detrás de estos dos lugares es proteger y perpetuar la importancia histórico-cultural para la capital cubana del producto producido y comercializado en la actualidad por Habanos, S.A. El éxito en ese sentido valió el reconocimiento a Eusebio Leal, en 2019, con el Premio Especial de Habano, durante la celebración del XXI Festival del Habano.

Los Copresidentes de la Corporación Habanos, S.A. entregaron al historiador el reconocimiento que desde 1995 se concede a hombres y mujeres vinculados de una u otra forma con este importante rubro comercial.

Minutos antes, Leal Spengler dictó una memorable conferencia que resumió la relación de La Habana con el mundo tabacalero desde su fundación hasta el cumplimiento de sus 500 años, destacando sus conexiones a niveles sociales y culturales.

En esta alocución aseguró que el tabaco en Cuba es hijo de la libertad, a partir de

sus vínculos con los procesos independentistas y recordó que los pueblos que antaño circunvalan a La Habana deben sus nombres a espléndidas vegas como aquellas en su momento, tales como Santiago de las Vegas, Güira de Melena, Alquízar y Calabazar.

Resaltó, además, cómo este producto es resultado del trabajo arduo en el campo cubano donde el conocimiento traspasado en generaciones es fundamental en la base de la familia, lo cual lo hace ser patrimonio nacional.

Así mismo, arropa La Habana a este preciado producto que defiende su nombre en sus conquistas transfronterizas, consciente de la importancia de su desarrollo para la vida en Cuba: renombre, excelencia y legitimidad.

AMBOS LUGARES PRETENDEN PERPETUAR LA IMPORTANCIA HISTÓRICO-CULTURAL DEL PRODUCTO PRODUCIDO Y COMERCIALIZADO POR HABANOS, S.A.